martes, 14 de mayo de 2013

Despedida...

¿Ustedes se acuerdan del infame mini documental Caracas: Ciudad de Despedidas?


Ni siquiera un graffitti decente podían hacer 
esos sifrinitos hipsters.

¿Quién podría olvidarlo? No solo fue el objeto de burla nacional e internacional venezolana por poco más de un mes, sino que también acuñó frases que hoy en día forman parte de la jerga coloquial de nuestro país. Sin embargo, el mensaje (aunque pésimamente transmitido, llegando al borde de lo ridículo) era bastante preocupante. La fuga de jóvenes formados al exterior es alarmante. Tanto así que se manifiesta en la vida de estos cabeza de chorlito con el fenómeno de "ya cada vez que nos reunimos con los panas es para una despedida". 




Desde que me fui de Venezuela, la vida ya no giraba en torno a Fulanito se va pa'spaña o Merenganito se va pa' Mayami. Me fui y me fui demasiado. Ya la cosa era que Sutanita está llegando de Caracas y la pregunta clave era: "¿de visita o se queda?".

Entonces, el pedacito de tierra que uno había escogido era una ciudad de bienvenidas. Esto ha sido así hasta que el año pasado se comenzó a ir la poca gente con la que había hecho amistad en Múnich. Unos eran Erasmus y sencillamente regresaron a España. Otros porque estaban ladillados de de esta vaina (y con toda razón). Pero te comienza a pegar la cosa cuando el primero que salió corriendo de Venezuela por la situación política SE QUIERE REGRESAR. O sea... Say WHAAAAAA...?!?!?!?!?!



Ganas de salir volando con ese pacheco...


Temo que esta ciudad se convierta en "Múnich: Ciudad que hace que te quieras ir pa'l coño". Yo me estoy resistiendo porque objetivamente está pelúo conseguir la cosa mejor que aquí. Pero cada vez que veo a los panas cuadrando para tomarse unas birritas en el calor del trópico mientras que uno está tullí'o del frío y con la nieve o lluvia (o ambas, ¿para qué engañarnos?) cayendo más allá de tu ventana... coño. 

Y cada vez escucho más y más gente que considera abandonar la capital del Estado Libre de Baviera para irse a latitudes próximas pero no tan humanamente frías. En estos momentos está brillando el sol y aún así solo calienta en esta ciudad cuando estás en compañía de un amigo. Espero que esta no sea otra ciudad de despedidas.


Spring is comming!!


jueves, 2 de mayo de 2013

Todavía...

Ya nos encontramos en el quinto mes del año. El quinto. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Y todavía el sol no nos honra con su presencia por más de 3 días consecutivos.

Y el tiempo pasa y pasa...

Han pasado ya más de seis meses, señores. La última vez que vi el sol por más de tres días fue un poco antes del cumpleaños de mi hermano y eso fue a mediados de noviembre.

Enero y febrero fueron los meses más oscuros en años. Marzo se supone que marca el principio de la primavera. Se supone. El día del equinoccio de primavera nevó. Sí, nevó. Se comenzó a ver a través de la World Wide Web imágenes haciendo burla de que al mundo se le olvidó cambiar el "suiche". ¿Quién dijo algo de calentamiento global, por favor?


El dicho alemán "April, April, der macht, was er will" (que sería en español algo así como "abril, abril, él hace lo que quiere", pero sin la rima jocosa) no aplicó este año. Abril fue un bloque de frío y cielo gris. Sin embargo, en sus últimos respiros, nos regaló tres días de sol radiante. Eso sí, durante los días y horas hábiles, así como para que lo presenciaras desde la triste pecera que es tu trabajo o salón de clase y te hicieras espejismos de un fin de semana a las orillas del río Isar con una parrillita.

Espejismo de felicidad en Múnich

Abril hizo exactamente lo que marzo hubiese hecho: subió un poco la temperatura y brilló un par de días el sol al final del mes. Por lo tanto, mayo está haciendo lo que abril no hizo y se está comenzando a comportar como una adolescente hormonal e impredecible. Después del respirito que nos regaló abril, mayo nos está haciendo recordar que aún no se ha terminado el suplicio.

Así que aquí estoy: en Mayo encerrada en mi casa mientras llueve. Mayo. Uno, dos, tres, cuatro y cinco. Alemania se ha vuelto otro paraje de Game of Thrones, en donde el invierno dura años. Eso sí, "Winter AIN'T comming", llegó hace rato y tiene toda la pinta de quedarse un rato más.